Que hubiese pasado Si ella hubiese dicho que no, o ignorado O dilatado, el anuncio de tu ángel de amor En cambio, creyó, en tu palabra Y se hizo tu esclava, en un acto perfecto y de fe Y hoy, quiero ser como ella Y amarte, aunque duelan, las espinas y el camino de la cruz
Dame la fe, señor, la fe de María Para decirte sí, un sí sin medidas Dame la fe, señor, la fe de María Para renunciar a mí y entregarte mi vida
Aunque traspasaron con una espada su corazón Y su alma lloro, el dolor de tus heridas A los pies del madero se quedó Y hoy ella es nuestra reina y señora Y tú nos incorporas a tu eterna familia de amor Y yo en tu amor quiero permanecer postrado a tus pies Es lo único que un día llevaré
Dame la fe, señor, la fe de María Para decirte sí, un sí sin medidas Dame la fe, señor, la fe de María Para renunciar a mí y entregarte mi vida